lunes, 23 de noviembre de 2009

Bailaba entre todos aquellos hombres con las manos pegadas a María. James Brown ponía las voces y el recuerdo trataba de revivir cada caricia y cada cadencia en sus movimientos. El baile hacia mover mi cabeza, una y otra vez, una y otra vez inmersa en una especie de posesión diabólica que entreabria mis labios y cerraba mis ojos, caracterizando a la mismisima Santa Teresa en sus momentos de extasis religioso, pero, con minifalda y medias de rejilla a poder ser, naturalmente alerta, con una dejadez propia del cazador mas descarnado. Así solía comportarme normanlmente. Hacía como si no me enterara de nada, como si el entorno estuviera por debajo de mi ingravidez y mi baile subiera poco a poco hasta hacer al resto de los mortales simples complementos que aderezaban la noche con sudor y roces. También es cierto que así conseguía evadirme bastante de la realidad pero está claro que me gustaba sentirme observada, algo más que minimamente. Bailar es un acto exhibicionista y las personas que buscan ser deseadas, las personas que disfrutan de esa manera, como yo, nos movemos intentando que cada gesto excite, que cada gesto nos guste, al menos a mí un poco más que a los demás. Han sido muchas las veces que hemos decidido formar parte del catálogo fantasioso de aquellos que nos rodeaban. Han sido muchas las veces en las que hemos dejado que bailaran con nosotras y en las que hemos creado un circulo de deseo, como si no fuera con nosotras. Hemos sido bailarinas sustitutas y protagonistas momentaneas de muchos shows eroticos improvisados. Hemos disfrutado viendo babear a hombres mirando nuestros movimientos, nos ha gustado crear esa sensación, ser unas lolitas de madrugada ceñidas y apretadas, tocándose con descaro y esperando reacciones, provocando. Provocando sin parar, tiñéndolo de justificaciones, intentando explicar teorías de poder, de posesión, de juego... para acabar reconociendo que lo hacíamos todo basicamente por calentar al personal, pura y llanamente. Esa era una de nuestras diversiones, haya por los tiempos de la reconquista. Cuando todo era feliz y facil. Cuando no nos preocupabamos en exceso. quizá eso es lo que em hace falta. Una noche de baile y calientapollismo. una noche en la que dejarme llevar una vez más por la musica más intensa y machacona. Notar la electrónica metiendose en mis bragas y bailar para quitarme las ganas de seguir más y más tiempo. Dejar que "warriors dance " y "invaders must die" me follen con cada golpe y saltar como una posesa esperando a que me agarren para hacer lo que corresponde. Por esta noche, ya vale de recordar hostorietas y cuentos, ya vale de fantasear y ya vale de dejarse hacer por prodigy. Ahora solo espero soñar con quien corresponda.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

LA AUSENCIA

Estoy reflexiva a estas horas del día. Comienzo de una tarde que parece no tener demasiada mala pinta, a pesar de las circunstancias vitales que me acompañan, como si quisiera que estuvieran ahí, tocandome las narices, siempre de manera muy figurada, eso sí. Me he dedicado a repasar mis textos durante un rato y la verdad es que me han parecido mejores de lo que recordaba. Suele pasarme. Quizá mi creencia de ir evolucionando hacia algo más maduro y completo me hace creer que el pasado fue mucho más infantil y falto de talento. En este instante llega la sorpresa. Mis primeros textos me gustan mucho más que lo que escribo ahora, o lo que intento escribir o lo que publico como intento de mantener cierto ritmo, siempre caotico y desordenado claro, pero como último recurso antes del abandono, como necesidad de seguir en algo, de mantener una idea y unos esquemas que quiero creer me valen por ahora. Pues eso, como decía, he sentido que de un tiempo a esta parte he perdido ese algo que me hacía creer que (d)escribía bien el sexo. No sé qué algo ni en qué momento exacto fue, no hay frontera de textos ni tampoco transición de polvo a polvo, pero, supongo que estas cosas se van transformando lentamente, como nuestras caras, como nuestros ojos y labios, como nuestras tetas, esperemos que siempre a mejor. Pero esperar no sirve de mucho a veces. Y de poco a servido esta vez. Poco a ayudado la dejadez y la falta de tiempo empleado. Poco a ayudado el creer que las cosas apareceran por que sí. El cuaderno cerrado y el boli perdido sirven solo para maldecir la mala memoria de camino a casa y el olvido eterno al abrir la puerta del ascensor para entrar en el posible territorio util. Pero son cosas que pasan y el tomar una decisión al respecto es una tontería de esas bobaliconas que esperan que les invites a un café. Hasta que no sea, no será, simplemente. Además va en contra de mis principios, que son muchos y muy firmes, el forzarme a hacer algo que no me apetece o no quiero y espero no ser yo la que empiece a intentar cambiar mis convicciones y modo de vida. Al menos por ahora. Sino, dejaría de follar y ¿de qué coño podría hablar? ¿Que hostias podría aportar a este mundo saturado de información? ¿Qué aporto ahora? ¿Alguna que otra paja y posible tema de conversación para intentar conseguir sexo? Puede que muchas cosas más. Puede que solo unas pocas o puede que ninguna. (Quiero creer que al menos entretenimiento y ansias de intromisión saciadas durante cinco minutos). Pretendo ser irónica claro (supongo que se entiende, pero, los que solo pretendían excitar sus miembros viriles quizá no lo han entendido y han pensado que realmente me habré quedado sin temas de los que hablar). Pues eso, lo dicho, que estoy destalentada perdida. No quiero darle más vueltas al tema, que eso de compadecerme de mi misma y nadar en mis pobrecitas y castigadoras penas, no me gusta demasiado. Es todo tan trágico que prefiero tragármelo todo (sí queridos pajilleros, tragármelo todo todo todo) y dejar que mi suerte, oh desgraciada y triste, vague por los rincones de mi ingenio y mi imaginación, al parecer más desbordada en otros tiempos, en busca de nuevas historias y relatos que ofrecer a mi reducido (siempre selecto) público. oh! Os quiero, no lo olvideis. (Otra vez todo elevado al cubo).

P.D: no pretendo ser hiriente con los pajilleros, no se me malinterprete por favor, yo también me masturbo de manera regular, quizá no a diario pero entiendo que es una necesidad física y en ningún momento he querido dar a entender que esté en contra de esta práctica tan placentera y simpática. Gracias. (A cascarla, nunca mejor dicho)

martes, 3 de noviembre de 2009

Fragmento descriptivo


Este texto no pretende ser literario, ni hermoso, ni ayudar a engrandecer el alma. Es solo un fragmento descriptivo de una gran sesión de sexo. Es el sexo resumido. Contado de boca a boca. La oralidad y la sencillez de explicar algo como lo recuerdas, como te sale en el momento. Sin florituras, sin pretender ser más de lo que es, siendo en tan pocas palabras quizá menos de lo que realmente fue y es que fue estupendo. Nada más que decir. Ahí va:



"Vaya polvazos echamos ayer. Yo además estaba de un inspirado... No sé ¡Ajajajaj! Sin más.


Me llevé un consolador y al pasar de camino al metro pillé chupachuses. Cenamos por ahí.


Y luego a casa. Me pone mogollón el muy cabrón ¡Jajajjaa! Nos despelotamos con urgencia, follamos, nos comimos, nos arañamos, nos mordimos, nos tocamos, nos besamos como putos ansiosos, nos agarramos, le pegué en el culo, me pegó en el culo, le comí la polla como una muerta de hambre ¡Jajajajajaj! Como una enana que la miraba con ganas, como una zorra auténtica vaya ¡Ajajajaja! Luego me masturbó. No recuerdo el orden, que es lo de menos ¡Jajajajaj! Me metió los dedos por todas partes ¡ajajajaj! Me metió el consolador mientras yo me tocaba el clítoris. Ya me había follado un buen rato y luego saqué mis estupendos chupachuses. Jugué con el agua mientras le chupaba la polla, mientras le lamía el cuerpo, los pezones, los sobacos, todo. Mientras le mordisqueaba con la boca fría y húmeda. Empecé a chuparle la polla con el chupachups metido en la boca. A pringarle. A comerle. Y luego me empecé a masturbar con el chupachups mientras se la seguía comiendo, gimiendo en su polla. Empezó a comerme el coño. Se metió entre mis piernas y yo acariciaba sus huevos con mi chupachups; Y con mi boca, con mis besos, con mis labios, con mi lengua. Empezó a follarme con el chupachups en la boca mientras yo movía el coño para follarme su cara, empapada de caramelo y flujo. ¡Dios! ¡Una pasada! Luego me puso a cuatro patas y me dijo que quería follarme el culo mientras me metía el chupachups por el coño. Hacía mucho que no me follaban el culo. ¡Dios como grité! Qué escalofríos. Tenía que parar del puto placer. No podía ni meterme el chupachups. Bueno, que iba más empapada que la hostia ¡Jajajajjaj! Se la volví a chupar. Acabé con el pelo hecho un pringue. Pues eso. Paramos un rato, me limpié el caramelo del coño y luego echamos otro. Muy ansias, me encanta eso. Follar como una puta desesperada. Echar polvos urgentes en los q se te va la vida."