martes, 25 de noviembre de 2008

LA ENTREVISTA

Uxue: ¿ Alguna vez te ha excitado alguien que no debía?

Eva: Muchas. Como todo el mundo. Nunca me he masturbado pensando en ninguna. Porque no suelo pensar en nadie cuando lo hago. solo escucho y me toco. Suele ser más una excitación inquietante. Una de esas inquietudes que te pone, que te pide seguir más.

Uxue: Y ¿alguna vez te has follado a alguna de estas personas?

Eva: He solido follarme ideas, tipos, circustancias. Me los he solido follar para dejarlos desnudos ante lo que basicamente son todos. Despojándoles de eso que me ponía, para probar y experimentar.

Uxue: Entonces, ¿es todo un juego?

Eva: Claro que lo es. vaya pregunta. El sexo sin amor debe ser ante todo juego. El sexo con amor también, pero sin él y sin juego, no queda nada vde provecho. El placer quizá, pero ese, en estado puro puedo dármelo con mis dedos.

Uxue: Masturbación. A todos nos gusta. Todos la practicamos y tú gritas que lo haces.

Eva: No lo grito. Lo gimo y lo describotan bien como puedo. Igual que haces tú.

(...)

Uxue: ¿Por qué el hombre intenta siempre proclamarse superior a su entorno?

Eva: Prefiero hablar de pajas. Son dentro de lo que cabe, menos complicadas, no tienes que psicoanalizarlas y lo peor que puede pasarte es que te corten el rollo, o que se te canse el brazo o no lubriques como debes. te echas un poco de saliva y ya está. Cualquiera nos escupe...

Uxue: Joder. Directa. De eso no hay duda. Sexo. Parece obvio que te gusta, que te gusta contarlo, pero en cambio lo haces de una manera...

Eva: Supongo que no me gusta la vulgaridad. El sexo puede ser sucio, bonito, pero ante todo es íntimo. Y aunque lo cuentes, aunque todos sepan parte de tu intimidad, es feo para mí que pase a ser mediocre. Es feo que no se muestre tan especial como es. Yo lo comparto porque me gusta. Porque soy un poco (o mucho) exhibicionista. Y sobre todo porque no tengo esa vergüenza que la gente tiene ante el sexo. No entiendo esos tabúes, no entiendo. respeto que haya gente a la que no le gustenregalar lo que siente tan suyo, pero que yo lo ofrezca, no supone que sienta desapego hacia mi experiencia. Es, despues de todo, mi vida. Una persona que se ama tanto, no puede sentir desapego de si misma.
Además el sexo es tan excitante y morboso, practicarlo, imaginarlo, escribirlo, leerlo, descubrirlo, recordarlo, mostrarlo...es bastante lógico que me guste unir todas esas sensaciones ¿No?

Uxue: Sí. Cuéntame más cosas. Inquiétame, sabes que a mí también me encanta beber de nuevas aventuras y experiencias y sentirlas mías, y vivirlas yo, y para mí.

Eva: Y las vives. Y yo también bebo de ellas y fluyo, y salto a cada rato para darte lo que me pides, lo que pide nuestro cuerpo, que es tan nuestro. Es curioso, me siento altiva. Prepotente al hablarte. Es curioso, cómo los entrevistados intentan siempre resultar ocurrentes, ingeniosos. Decir algo que aumente el conocimiento del otro, porque es la base de una pregunta, pero no es la base de las personas. Me da rabia descubrirme así ante ti. Que no eres menos. Que eres yo, eres yo por voluntad y yo soy, mientras me dejes. Solo una última cosa. No dejes de fotografiarme por favor.

Uxue: No lo haré. Me apasionan nuestras curvas. Me encandila la belleza, que siento al ser mía más especial. que siento por eso diferente, quien sabe, si no fuera yo... qué pensaría.

mi ayer

Si ahora me escucharas
dirías que me retumba la cabeza.
No es una metafora
es solo la molestia, como tal.

Si ahora me besaras
no te gustaría mi sabor
ni mi textura, ni mi saliva.
No desearías mis labios.

Si tuvieras ante ti mi sexo
verías que no es el mismo.
Sigue siendo bonito, sí.
Sigue siendo rico, creo.

No es más vicioso.
No es más inteligente.
No es más inocente, ni menos.
Es solo mi coño en otras circuntancias.

A pesar de todo
se que anhelas mi mente,
mis labios
mis jugos
a mí.

sábado, 15 de noviembre de 2008

el frío

Cuando Eva se levanta de la cama y siente frío por todo el cuerpo, coge el teléfono y llama, esperando una respuesta. Una respuesta que siga ofreciendole su nombre. Haciendola infinita y protegiendola de su propio fin. Eva ha repetido ya muchas veces que teme al olvido. Y sentirse querida le da cierta seguridad.Eva quiere ser independiente a pesar de todo.Ahí se esconde una de sus grandes contradicciones.Eva esta hecha de contrastes.Que suelen ser bonitos.Que suelen durar poco.

Los ojos de Eva

Los ojos de Eva me encantan. Los ojos de Eva tienen esa belleza que me deja quieta.Muchas lineas en Eva provocan eso en mí, pero sus ojos son su dibujo más sublime. He pensado muchas veces en esos ojos al hacer el amor. Al hacerme el amor.Hay pequeños detalles que hacen que mis ojos no puedan parar de mirar, que hacen que mis ojos beban sin sentirse nunca saciados, y cuando más me encantan esas cosas, más me enamoro de los ojos de Eva.Más especiales se vuelven nuestras miradas.

el día de suerte

El chico salió de casa muy pronto. Bebió con sus amigos. Bailó y bailó intentando olvidar todo lo que le rodeaba. Como hacemos todos. Entonces vió a dos chicas, de su misma edad. Empezó a bailar con ellas y le gustó que ellas le siguieran. Fue una especie de pinchazo de autoestima y decidió ir más allá. Agarrado a sus cinturas empezó a tocar sus espaldas. El cuello de una y el pelo de otra.En poco tiempo los tres estaban entrelazados. Bailando. Sudados. Se besaban y se tocaban sin parar. Salieron del bar. Cogieron un taxi. Subieron a casa de las chicas y follaron durante horas hasta que los tres se quedaron dormidos. Fue una gran noche para los tres. Una noche llena de morbo.

yellow

Me levanté la falda para que él me viera. Para que suspiraba al verme así. Sin bragas, sin nada, sin pelo. Se avalanza entre mis piernas, me devora. Es el desconocido de cada noche. El amor de cada mañana. Cada suspiro lanzado al viento. Es él.

SÚCUBO

A la mañana se levanto y miro a su lado. Estaba sola. Tumbada en su cama, desnuda. Se tocó. Aun estaba humeda y tenía las piernas cansadísimas. Recordó la noche anterior. Esos dedos que tan bien se habían deslizado por su cuerpo, esa lengua que habia chupado todos sus errores. Salió de la cama y bebió un poquito de zumo, el poquito zumo que quedaba en la mesilla. Se puso las bragas y cogió el movil. Comunicando. En la cocina un paquete de oreos, su adicción. Y dibujó a una musa de color amarillo rodeada de angelotes verdes mientras veía una película erótica, que no pornográfica. Ella era así. Y no pensaba cambiar. entonces llamaron a la puerta. Era el cartero. No estaba mal. Todavía estaba en forma asique después de mirarle de arriba abajo, le mordió los labios y le dijo que le entregara la correspondencia. Era cutrisimo y lo sabía. Parecía el argumento de una mala peli para adultos, pero ella no lo era. En todo caso era una adultera, que es siempre más divertido. Follaron durante algunas horas. Todos sabemos que es imposible contar las horas en ese estado, asique no creo que la reprochemos. Cuando él se fue, le pintó los labios de rojo a la venus y abrió su libro. El Marqués seguía esperandola con los dedos entintados y la lengua bien mojada. Así pudo pasar página. Después de cinco minutos, echó las bragas a lavar, creyó que era lo más prudente, o prudente sin más. Paris está lejos asique era tiempo de libertinaje. Paris lloraba todas las noches. Paris la quería.

Llamadme Eva

Eva es una puta. Eso dice mi madre. Que es una puta de las malas porque ni siquiera lo hace por necesidad, solo por vicio. Presa del libertinaje, totalmente alejada de la virtud religiosa, una viciosa, cochina, como dice ella. Pero que queréis que os diga, a mi me vuelven loco sus curvas. Me encanta follar con ella. Comérselo todo. Tocarle, sobarle, hacerle el amor. Me encantan sus carnes, sus grandes pechos, tan blancos, tan suaves, tan ricos y con ese olor que emanan, tan sensuales. Me encanta meter mi cabeza entre sus piernas y lamerla. Acariciar su sexo con mis labios, mi boca, mi nariz. Me encanta Eva. Me encanta Eva. Me vuelve loco. Su cara de vicio, la inocencia en sus ojos mientras te hace una mamada. Sus manos, sus pies, que acarician con igual destreza. Eva es una diosa. Eva es el pecado. Eva es la mayor de las tentaciones.

viernes, 14 de noviembre de 2008

recordando un poco la historia

El sexo de una noche, es una pracica extendida. Una practica común. Pero cada uno lo enfoca desde una perspectiva muy personal. Algunos buscan anonimato, otros buscan ser queridos. Otros reconocimiento. Placer, anécdota, diversión, lazos, fluidos, sudor.
Otras personas, buscan además convertirse en dioses/as del sexo.
María es una de esas personas. No apartan su placer por los demás. Tampoco apartan el ajeno. Buscan un equilibrio perfecto. La satisfacción suprema del sexo. Buscan poder darse un 10. Buscan chupar mejor que nadie, mirar mejor que nadie. Follar mejor que nadie. Es difícil ser único en esto. Lograr el trono indiscutible. Pero a veces, en el micromundo privado, algunas personas lo consiguen. Lo hacen saber.

Voy a narraros una historia que me contó María una vez. Muchas historias que adornan su experiencia. Muchos polvos, muchos orgasmos, muchos besos, besos que apasionan a María.
Recuerdo que me hizo gracia el imaginarmela follando cayendo por una cuesta. Perdiendo su ropa, perdiendo el nombre de su amante entre vuelta y vuelta.
También me gustó imaginarla mientras caminaba cerca de la playa, esperando que volviera. Él era argentino. Se quedó prendado por sus medias de rejilla y su corsé de cuero. La playa, el festival de jazz. Volvió al rato a contarme su nueva aventura, mientras yo intentaba asumir mi pequeño fracaso de esa noche, que no viene al caso.

Me cuesta ordenar todas esas historias, que a veces siento también mías. Que a veces también lo han sido. Ahora que repasamos, me hace gracía pensar, que a veces recordamos algunos detalles de historias ajenas mejor que los propios protagonistas. Tal vez memoria, tal vez cercanía con respecto a fluidos, quien sabe. Tal vez simplemente, son también parte de nuestra vida.

MARÍA

María no siempre lo había tenido fácil. Tal vez había caído más veces de las que hubiera deseado pero, por eso era tan fuerte. Por eso tenía esa fuerza tan clara.
Impulsiva. De manera encantadora a veces. De manera aterradora otras. Eva bebía de su ímpetu para aprender a ser joven.
Eva sentía muchas veces que María no pensaba en las consecuencias de sus actos. Pero poco a poco aprendía a controlar ese torrente que fluía en ella.
María compartía sus vivencias con Eva. Sus fantasías más ocultas. Compartían sus defectos y así lograban quererse cada vez más fielmente.
Muchas veces chocaron sus opiniones respecto al sexo. Tal vez por la falta de experiencia de Eva, tal vez por su romanticismo. pero el tiempo giraba las tornas paulatinamente y poco a poco, María necesitaba más el cariño y Eva más la libertad.
A Eva le enternecía esa faceta sensible de María, pues sabía que bajo su sexual traje vivía, no escondido, ese corazón que tantas veces las hizo llorar a las dos.
Mujeres sensibles. Independientes y claras de manera excesiva para el común de los mortales.
María era tan bonita cuando se enamoraba un minuto. Y era tan dulce cuando decía que no al minuto siguiente...
Las unía su inquietud, sus ganas de comerse el mundo, de comerse lo que surgiera, de comer lo bonito de la vida.
Las dos eran sinrazon. Pero guardaban una bonita lógica a veces amoral. A veces excesivamente respetuosa con el entorno. Eran contradictorias. Eran hermosas.
Las dos eran aprendices. Aprendices mutuas. Aprendían mudas, en silencio y a gritos. Porque las dos eran escándalo.

Cuando éramos niñas...

Eva conocía a María desde que tenía uso de razón. Sus padres compartían un taller de pintura, pero a penas hablaban en clase. Hablaban diferentes idiomas. Jugaban a diferentes juegos.
Eva y María son ahora inseparables. Viven juntas.
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Estamos las dos en el Retiro, en Madird. Sentadas al sol de invierno, escuchando música, comiendo chupa chuses y recordando nuestras experiencias infantiles tras la lectura en alto del primer párrafo.
María me preguntaba si pondré que me violaba. Yo le digo que no me violaba, que me hacía stripteases. Se ríe, rompemos el silencio entre las columnas.
Dice que cada día le descubro nuevas perversiones.
Es curioso, María quiere ser stripper ahora y le recuerdo que ella bailaba para mí mientras yo hsentada hacía de hombre mirón.
Parece ser que ya éramos unas morbosas cuando éramos niñas. No puedo evitar acordarme de una vez en la que mi madre nos sorprendió "follando" en mi cama. Lo pasé fatal. Me avergoncé tanto, sentí que la situación estaba fuera de mi control.
Ahora en cambio, mi madre me sorprende con nuestras fotos y soy firme al decirle que lo hago porque me gusta, no es su problema.

De María a Eva

Es difícil explicar lo que pienso de Eva. Una parte de ella me da miedo. Creo saber a veces hasta donde puede llegar, pero cada día me sorprende más. Cuando creo haber aprendido todas sus facetas sexuales me cuenta alguna otra que tenía guardada en el bolsillo.
Aprendemos juntas y eso me gusta. Lo sabemos todo de la otra, no hay nada que ocultar y eso me hace sentir segura.
A veces la escucho al otro lado en la otra habitación. Escucho su placer y me hace soñar. Pienso en lo que puede estar pensando, sintiendo, diciendo entre gemidos y pienso cómo lo haría yo.
Me gusta escuchar sus cuentos, sus magnificas historietas. me gusta cómo es ella. Me gusta ella. Me gusta Eva. Creo que no hay palabras para describirla porque está fuera de este mundo lleno de límites que ella va saltando.
No puedo evitar decir que estoy enamorada de ella.

la entrada de Eva

La primera vez que vi a Eva entrar en clase me di cuenta de lo atractiva que era. Como se movía, como gesticulaba. Todos la mirabamos atentos. Siguiendo su lección.
Era una mujer discreta, pero le era imposible ocultar su desbordada sensualidad.
Era mi profesora de lengua. Era mi profesora favorita.
Creo que a ella llegaba a molestarle a veces ser tan arrolladora. Es algo que he ido pensando con el tiempo. Era algo tan suyo. Tan especial. Pero ella era profesional y creo que muchas veces le costaba no tentar.
Era una época en la que no podía parar de oír boys don´t cry, era una época en la que yo soñaba con ser la protagonista especial de más de una canción, y también era la época en la que obviamente tenía claro lo cruelmente insignificante que era.
Eva en cambio. Eva en cambio era tan explosiva, tan deseable.
Siempre me habían atraído los hombres. Nunca había tenido un imán especial con ellos, pero tampoco me importaba. Había perdido la virginidad ya cuando la conocí. Había tenido algún que otro novio. Creo que no estaba sexualmente demasiado frustrada.
Pero Eva...Eva hizo que creyera que me había bajado la regla durante su clase, y también en las siguientes.
Eva tenía unas tetas...una boca...Eva era tan follable. No parece la mejor manera de describir a alguien de manera literaria, pero esque Eva era tan deseable.
Me masturbé tantas veces pensando que hacía el amor con ella. Pensando que me follaba. Pensando que se comía mis tetas, que lamía mi coño. Supongo que ahora, al dejar de escribir, me haré una vendita paja recordando los viejos tiempos.
Bueno pues, ella era Eva. La amante sin conciencia, como decían. Vaya gilipollez, vaya si tenía conciencia, vaya si tenía de todo.
De hecho yo he estado enamorada de ella mucho tiempo. Me enamoro cada vez que la sueño.

jueves, 13 de noviembre de 2008

EL METRO

Eva disfrutaba en el metro. Le gustaba dibujar y que la gente la mirara. A Eva le divertía llamar la atención. Que los demás miraran sus dibujos. Sus chicas desnudas, sus labios, sus colores. También le gustaba escribir. Escribirse. Escribir sus fantasías y pensar que la gente a su alrededor leía. Pensar que esa gente desconocida intentaba irrumpir en su intimidad.
Eva disfrutaba como todos mirando, cruzando fugaces, leves, tentadoras, grandes miradas. Preparaba sus ojos, sentía que incluso a ella le asustaban. Intensos. Eva sabía que sus ojos eran lo más sexy que tenía. Pero Eva también se avergonzaba. Se ruborizaba cuando su juego le resultaba evidente. Cuando la otra persona también dejaba clara su posición.
Eva era muy imaginativa. Tenía una mente algo pornográfica, tal vez poco realista, pero ella también quería vivir uno de esos encuentros urgentes que tanto morbo le daban. Mirar, salir, follar y subir a casa a comer. Era un plan perfecto. Posible, incluso probable. Real.
Eva lo hizo una vez. Un hombre atractivo. Uno de esos negros de ojos grandes. Con su coleta de rastas, con tu perfecta sonrisa. Un estupendo negro. Se miraron. A ella se le escapó una sonrisa. Se quedo cortada al darse cuenta de lo directa que había sido. Al rato volvió a mirarle. Él miraba sonriente ahora. Ella cogió su mochila para salir del vagón. Lenta, sensual. Enseñando una de sus más fuertes armas.
Él salió detrás. Detrás en las escaleras. Detrás por la puerta. Detrás en la calle. Detrás de su culo en un callejón.
Empezaron a tocarse, a sobarse, a besarse. Ansiosos. Ella se dio la vuelta y abrió las piernas. Ella dejo que él se la follara contra la fachada. Ella estaba mojada. Él también. Cuando acabaron, se dieron un largo beso. De esos muy de pelicula. Ella fue a casa, a comer. Él regreso al metro.
Eva entró por la puerta diciendo que había visto a un tio atractivisimo y que había jugado a mirar. Y que no le hubiera importado nada hecharle un polvo urgente.
Eva sabe que su amiga leerá ésto. Eva incluso se ha planteado leerselo ella misma.
Eva es perversa cuando oye unas tijeras cortar papel.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

EUFORIA

Aquello era nuestro sueño. Supongo que al igual que casi todos los adolescentes, ansiabamos ver a nuestro ídolo. Cantarle, gritarle y claro está, violarle repetidas veces. Era nuestra fantasía. Era nuestro mito erótico. Él era lo que nosotras queríamos tener entre nuestras piernas, pero a medida que pasaba la noche no era eso lo que yo tenia en mi sexo.
Era un desconocido, acababa de conocerle y depronto, entre empujones y gritos, entre histeria y fingida protección, tenía su polla en mi culo, su boca en mi cuello y sus dedos en mi coño. Yo escuchaba la música, borraba mi mirada y gritaba, gritaba sin voz, emocionada. Miraba a María, la agarraba, intentaba no perder ese momento. No olvidar cual era mi verdadero sueño.
Todo el color, todas las luces, todo el sonido, toda esa atmosfera perfecta y emocionante, me tenía muda. En total estado de shock. La noche no termino en el aspecto sexual tan bien como hubiera querido pero no me importaba. Tenía las bragas mojadas y las dos eramos tan felices, tan inconscientes de lo que acabábamos de vivir. Creo que aún ahora seguimos sin procesar aquello, convertido en una especie de lejana experiencia semi religiosa que nos marcó y a la vez pasa inadvertida en nuestra estructura.
María se enteró a la mañana siguiente de lo que realmente pasaba a su espalda y supongo que los gritos hicieron que nuestros acompañantes también tuvieran buena cuenta de lo ocurrido.
Otra aventura que vivimos juntas, pero no tan revueltas. Otra historia más . Otro sueño.

maría y eva

María abrío sus piernas. Eva abrió sus labios. Todo lo que ocurrió en ese momento quedó allí encerrado, ante las paredes que no dejaban de ser inseguras.
El telefono descolgado, mudo, atónito. María y Eva estaban a punto de dar un paso decisivo. La consecuencia lógica de cualquier fantasía adolescente ante una relación como la suya. Todos lo imaginaban, todos lo intuían, pero nadie sabía lo que aquello podía suponer.
Eva sintió mucho calor y suponía que María tambíen, a juzgar por su humedad. Dulces sus cuerpos que estaban convirtiendose en lo que ahora son.
Dulce confianza y traición llevada a cabo por la que era para él la mujer de su vida. Un triángulo blindado que cambiaría de forma, pero que tendría siempre tres picos. Tres opiniones, tres miradas y tres placeres enganchados en los pechos de Eva.

EVA

Eva sn mi nombre. Eva soy yo. Y estoy debatiendo con mi mejor amiga, sentada cerca de mí, que poner en este blog.
Quiero contar una larga historia. Una mezcla complicada y confusa que me encanta. Lo mío, lo suyo, Eva, Yo, el escándalo que hace tiempo tomé entre mis manos y todo lo que Eva representa para mí. Uxue.
Uxue es mi nombre pero Eva es mi persona.