sábado, 15 de noviembre de 2008

Llamadme Eva

Eva es una puta. Eso dice mi madre. Que es una puta de las malas porque ni siquiera lo hace por necesidad, solo por vicio. Presa del libertinaje, totalmente alejada de la virtud religiosa, una viciosa, cochina, como dice ella. Pero que queréis que os diga, a mi me vuelven loco sus curvas. Me encanta follar con ella. Comérselo todo. Tocarle, sobarle, hacerle el amor. Me encantan sus carnes, sus grandes pechos, tan blancos, tan suaves, tan ricos y con ese olor que emanan, tan sensuales. Me encanta meter mi cabeza entre sus piernas y lamerla. Acariciar su sexo con mis labios, mi boca, mi nariz. Me encanta Eva. Me encanta Eva. Me vuelve loco. Su cara de vicio, la inocencia en sus ojos mientras te hace una mamada. Sus manos, sus pies, que acarician con igual destreza. Eva es una diosa. Eva es el pecado. Eva es la mayor de las tentaciones.

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