viernes, 23 de octubre de 2009

fidelidad, bendita palabra

Siento eso que sentía otra vez y es tan recorfontante como dificil de explicar a todo aquel que no sea un poquito como yo. Todos necesitamos tiempo. Todos tenemos etapas y claro está que he pasado por una que no se parecía en nada a lo que yo era: MONOGAMIA. Manda narices, "tú con novio?" decían algunos..."pronto se los pondras" decían otros, pero no, resulta que no. Resulta que la puta viciosa promiscua tiene la capacidad de ser más fiel que todos los casados repeinados a los que se ha follado y todos los moralistas, comunes, normales y decentes que han querido hacerlo. Pero ese no es el tema. Los no moralistas también son iguales y todos y todas. Follan y follan cuando pueden y cuando hay ocasión y todos desprecian la fidelidad mucho más que yo. No me atrevería a decir que es sagrada porque sería una mentira y sentiría esa frase como saliva hipocrita en mi boca pero yo suelo ser fiel. De hecho siempre he sido fiel (tecnicismos aparte). Y anque a veces sea por poco tiempo, si quiero estar con alguien estoy con ese alguien. Ya sé que esto no es sexo ni tiene carnaza, ni morbo ni pollas metaforicas y reales. Pero es un tema que siempre me ha dado bastante rabia. El tener la sensación de que todo el mundo espera siempre que seas el mal personificado para tu pareja. Esa persona capaz de pasar por encima de los sentimientos ajenos (y quizá sí, tampoco soy una santa y tampoco intento justificarme tras la barrera de que nadie lo es), pero resulta cruel el pretender juzgar a alguien al que quieres follarte y sabes que no puedes porque tiene pareja y solo intentas entender que algun dia será infiel, como si eso, te alentara, como si eso no te hiciera parecer mas patético aún, rechazado por quien crees se folla a cualquiera. No sé. Es el enfado de tener que llevar el lastre siempre, siempre y más veces aún colgando porque sí de ti. Colgando porque parece que lo mereces. Colgando porque a la gente le resulta más comodo etiquetarte, para ayudarse a entender un poco lo que al parecer es extrañísimo. Que asco. Que hipocresía. Que pocas ganas de seguir pensando y preocupándome por esa gente que tan poco merece la pena, al menos en estas cuestiones.

1 comentario:

Ricard Sanchez Gaya dijo...

Bien, que pasa que por ser disfrutar de polvos con diversas personas en ocaciones. Ya quiere decir que nunca se puede ser fiel a esa persona que has decidido tener una relación monogama?? Pues no, eso es posible.